Cruzar el atlántico

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Comienza la temporada más potente de la vela de cruceros. A partir de este mes, empezarán a pasar por las Islas Canarias muchos navegantes dispuestos cruzar el Atlántico en una aventura que está en la mente de todo navegante que se precie. No es solo la ARC, con salida desde Las Palmas de Gran Canaria, que ya este año cumple su edición número 30. Hay otras de menor participación con salidas desde Lanzarote o Tenerife, amén de aquellos que lo hacen en solitario.

A estas propuestas se ha unido una nueva: la Atlantic Gate Rally, que va un paso más allá y que se plantea como objetivo unir a las flotas en su camino desde Europa a Canarias. Traigo esto a colación pues creo que Canarias debe tener claro cuál es su propuesta de valor para competir en lo que se denomina turismo náutico.

Está claro que por sus características geográficas no puede considerarse un destino náutico de charter, y sería impensable pensar en ser algo parecido a Baleares, Croacia, Grecia o Turquia en verano, o las islas del Caribe en invierno. Es posible sin embargo convertir el Atlántico en una fortaleza y ser el eje sobre el que pivote la propuesta de valor de Canarias como destino.

Sus particulares condiciones climáticas y náuticas y su localización atlántica pueden ofrecer al navegante una experiencia única, una pequeña muestra de lo que significa cruzar el Atlántico. Apelar a esa ilusión que tiene todo navegante debe ser la estrategia de posicionamiento y el enfoque de los productos turísticos que se generen.

Se podría buscar así un público objetivo más náutico. Se trataría de personas acostumbradas a navegar en sus países, como una pasión que integran en su vida. Son hombres y mujeres que suelen estar en contacto con el mundo náutico durante todo el año.

Enfocando el segmento desde la emotividad, se debería tratar de apelar a su necesidad de contacto con la naturaleza a través de la navegación. Cruzar el Atlántico es un reto que la mayoría de los navegantes experimentados se plantean realizar en algún momento de sus vidas, pero no es fácil de cumplir por todas las implicaciones que supone.

La travesías en Canarias, o incluso entre Marruecos y Canarias, ofrecen una pequeña demostración de lo que esa experiencia puede suponer, pues se trata de navegar en el Atlántico en las mismas condiciones que emprender la gran travesía.

Fuente: Tourinews